historias de ópera

 

 

 

 

Possente Spirto

 

 

 

 

 

 

 

monteverdi en el cine

 

 

The Full Monteverdi "anima mia perdona"

 

 

 
 
principal | contexto |acto I| acto II|acto III| enlaces y recursos | album fotográfico |el texto de la ópera completo |
 

 

  • Acto tercero : Orfeo y Eurídice emprenden el camino de regreso al mundo de los vivos, pero poco antes de llegar, Orfeo incumple la condición impuesta y nuevamente pierde a Eurídice. Desconsolado, el héroe llora y lamenta la pérdida, pero el dios Amor acude en su ayuda y devuelve la vida a su amada.

acto III

Sinfonia

 

ORFEO Possente Spirto e formidabil nume, senza cui far passaggio à l' altra riva alma da corpo sciolta in van presume.

Ritornello

A lei volt' ho 'l camin per l' aër cieco, a l' Inferno non già, ch' ovunque stassi tanta bellezza il paradiso hà seco.

Ritornello

Orfeo son io che d' Euridice i passi segue per queste tenebrose arene, ove già mai per uom mortal non vassi. O de le luci mie luci serene s'un vostro sguardo può tornarmi in vita, Ahi, chi nega il conforto à le mie pene ? Sol tu, nobile Dio puoi darmi aita, nè temer dei, ché sopra un' aurea Cetra Sol di corde soavi armo le dita contra cui rigida alma invan s' impetra.

ORFEO Poderoso espíritu y gran divinidad sin que el alma despojada de su cuerpo espere en vano pasar a la otra orilla.

Ritornello

Hacia ella, a través de las tinieblas, yo he caminado, y no hacia el infierno, pues en todas partes donde hay belleza se encuentra el paraíso.

Ritornello

Soy yo, Orfeo, quien sigue los pasos de Eurídice a través de estas llanuras tenebrosas a las que jamás llagará mortal alguno. Ojos amados, luz serena, si una sola de vuestras miradas puede devolverme la vida, ¿quien negará el reconfortamiento a mis penas? Tú sólo, noble dios, puedes socorrerme, tú no tienes nada que temer, pues con una lira de oro no poseo otras armas que suaves acentos contra los que un alma severa, en vano, se endurecerá.

 

anima mia perdona

Anima mia, perdona
a chi t'è cruda sol dove pietosa
esser non può; perdona a questa, solo
nei detti e nel sembiante
rigida tua nemica, ma nel core
pietosissima amante;
e, se pur hai desio di vendicarti,
deh, qual vendetta aver puoi tu maggiore
del tuo proprio dolore?

monteverdi cuarto libro de madrigales

mantenimiento web y diseño: germán san antonio